Construyendo el Castillo de Grayskull: septiembre 2016

Una de las cosas que más interés tenía en probar era la técnica de la cartapesta, más conocida por lo que hacen casi todo el tiempo en Art Attack. Tanto interés que, como buen work in progress, lo empecé con la estructura y los principales volumenes aún por decidir. El tema era no aburrirme. Además, la cinta de carrocero en cuanto la dejas unos días avisa (y cumple la amenaza) de empezar a despegarse, por lo que había que empezar a asegurar ciertas partes.

Al final me decidí por usar papel higiénico y creo que a la larga no fue una mala elección. El papel de periódico está muy bien y es muy resistente, pero se resiste un poco a adaptarse a huecos pequeños y a las dobleces cerradas en general (lo comprobaría al hacer la base). Es posible que al final el resultados fuese aproximadamente el mismo, pero era importante que no fuera muy frustante el proceso y dejarlo a medias.

Sobre la técnica de la cartapesta un par de apuntes (más adelante procuraré escribir un artículo con todos los detalles que aprendí sobre su uso y enlazarlo aquí):

La técnica, el nombre evoca a Italia, parece que surge de la fabricación de máscaras de carnaval, aunque vale para asombrosamente todo.
La cartapesta en resumen es una técnica que consiste en superponer capas de papel usando como pegamento una mezcla de cola vinilica (la blanca de carpintero) y agua, aproximadamente al 50% (a ojo). Parece ser que se puede hacer con engrudo, pero no parece recomendable porque hacer mezclas con harina es una guarrada y aparte parece que puedes terminar teniendo parásitos.
Sobre el papel, he probado con papel de periódico y con papel higiénico. Cualquier papel susceptible de pegar con cola vinílica es apropiado (estraza, papel de cocina, satinado de revistas, etc), lo que varía es ligeramente el proceso de aplicarlo en sí y el acabado final.
Si es papel de periódico, conviene cortarlo a mano y que los bordes sean irregulares. Cortado a tijera salen unos bordes durísimos.
Si es papel higiénico, el mejor resultado lo obtuve cortando a tijera hoja por hoja. Cortado a mano se desperdician muchísimos trozos, y si se cortan a tijeras varias hojas simultaneamente la presión del corte prácticamente funde las hojas entre sí.
Los trozos ni muy grandes ni muy pequeños. En varias ocasiones intenté tomar el atajo de usar directamente una hoja y después de pelear un rato con ella, el pegado final era muy pobre, con muchísimas burbujas.
Respecto al acabado, conviene olvidarse cuanto antes de conseguir un acabado pulido en el momento de aplicar la cartapesta. Es imposible. Si se quiere un resultado fino, suave y sin arrugas, hay que lijar la superficie una vez esté seco.
La técnica es encolar, poner trozo de papel, encolar, poner trozo de papel, etc. Poner el trozo de papel y aplicar cola posteriormente conduce a problemas con el pegado. El papel de periódico es sorprendentemente impermeable y el papel higiénico llega un punto de saturación de humedad en que también lo es.
Es muy interesante intentar pegar los diferentes trozos de papel superpuestos y con las fibras orientadas en diferentes direcciones. Se creará una especie de malla, que una vez seca, terminará siendo una estructura muy resistente.

Otro material que empecé a usar aquí fue la goma eva. La verdad es que un material para manualidades muy interesante. Fácil de cortar y fácil de pegar. Presenta algunos problemas para adaptarse a las superficies curvas, pero nada que no se pueda solventar manteniendo las piezas en su sitio mientras se pegan.

La utilicé para hacer el almenado de uno de los torreones y un proyecto de ventana. El almenado llegó hasta el final, aunque me quedó bastante irregular, con los tamaños de las almenas y los huecos entre ellas de su padre y de su madre. El ventanal fue un experimento de cortar piedras de goma eva para simular la estructura de un arco, pegadas contra un trozo de cinta de carrocero dada la vuelta. Primera y última vez del experimento (y al final incluso se descartó del montaje). Las ventanas y marcos se acabarían haciendo por la vía rápida.

Las fotos son del día siguiente a la aplicación de la cartapesta. En serio, no te puedes creer el resultado (acabado, dureza...) hasta que lo haces con tus propias manos. Es fantástico.